Con ilusión y entusiasmo nos reunimos el día 14 de noviembre para
comentar la primera obra propuesta para este curso 18-19. Participamos 22
personas, entre ellas algunos socios que llevaban tiempo en lista de espera y
ya, por fin, pueden participar en este club de lectura Tres con Libros.
Olga hizo una introducción en la que quiso dejar claros los
derechos y obligaciones que tienen los 30 miembros del club, también se nos
informó de la programación para este curso en el que el club cumple su décimo
aniversario.
Casi un mes antes tuvimos la oportunidad de tener un
encuentro con el autor en el patio de la Fundación, encuentro que resultó muy
enriquecedor para afrontar la lectura de la obra pues la abordamos con mucho
cariño. A todos nos pareció un hombre amable que sabe transmitir su experiencia
de vida y que tiene una gran personalidad. Schmitt no es solo uno de los
dramaturgos contemporáneos más prolíficos de Francia, el más representado y
estudiado, con incursiones en la ópera, el cómic y el cine, sino también un
catedrático de Filosofía.
Enseguida conectó Olga con Alejandro Luque quien muy
amablemente nos transmitió su experiencia como entrevistador del autor. Así
pues, nos dijo que había sido un placer hablar con él, que le pareció un hombre
sencillo, nada divo. También nos aportó varias ideas a partir de la lectura de
la obra como que la familia es el hilo conductor, le interesó el regusto
clásico de los relatos como los antiguos cuentos y consideró que la trama la
plantea con facilidad aportando datos hasta llegar allí donde quiere ir. Nos
hizo ver que por la trayectoria del autor se desprende la influencia del psicoanálisis.
La obra está dividida en cuatro historias:
La primera de ellas Las
hermanas Barbarin resultó para algunos poco creíble, pareció idéntica a la
película ¿Qué fue de Babi James? Pero también se destacó el tratamiento de la
envidia tan bien plasmado y hubo quien aportó una frase de gran profundidad “en
el amor el mérito radica en el que ama, no en el que es amado”
Mademoiselle Butterfly, la segunda historia, gustó algo
más. La manera de tratar la discapacidad pareció interesante así como la bondad
y entrega de la madre.
La tercera que da título a la obra, La venganza del perdón es fuerte, despierta sentimientos, describe
a las personas como son, pareció la más humana. Una idea llamó la atención “ahora
que se ha unido a la humanidad, bienvenido al infierno “ es la historia que ha
resultado más interesante.
La última Dibújame un
avión ha sido la que ha resultado comercial, fuera de lugar, inverosímil.
Mientras que hubo quien destacó una reflexión que aparece en El Principito
“lo esencial no es visible a los ojos” otros pensaron que es un atrevimiento
hacer un parangón con esta obra universal.
En cuanto a los temas que aparecen tenemos que señalar que la
venganza y el perdón están en litigio, hay contraste entre el bien y el mal, también
aparecen el odio, la envidia, la violencia. Incluso se apuntó que el perdón no
es puro, que hay incoherencias. Como temas recurrentes se destacaron las flores
a las que se le atribuyen cualidades humanas y los animales que aparecen en la
obra con gran protagonismo que denotan
una afición del autor. Encontramos máxima emoción y máximo dramatismo y unos
finales secos, para muchos previsibles. También destacamos que el autor es un
gran conocedor de las personas tan dispares y peculiares que aparecen en la
obra.
Formalmente tenemos que destacar la facilidad del autor para
narrar de una forma ágil y el formato de las cuatro historias ha gustado mucho.
Llama la atención el uso abundante de adjetivos en las descripciones así como
el uso frecuente de oraciones interrogativas. La narración en dos tiempos está
muy bien lograda.
En cuanto a la opinión hay disparidad pues para unos la obra
ha resultado entretenida, agradable ,que se lee bien, con mucha fantasía
mientras que para otros pareció muy comercial, moralista, poco creíble y
artificiosa. Apuntaron que otras obras del autor gustaron más que ésta.
La música, magnífica para acompañar la lectura.
El pan proporcionado por Fidel Pernía en esta ocasión, tenía forma de espiral y como ingredientes: clavo, comino, cinco
pimientas, canela para representar el amor y queso de Cabrales como signo de la
putrefacción. Riquísimo, gustó mucho.
Rufina Fernández (miembro de Tres con libros)
4 comentarios:
Buenas tardes,
En esta ocasión el título me provocó dudas y por qué no confesar un poco de rechazo, y tras la visita del autor sentí la curiosidad de iniciar la lectura y tomar nota de anécdotas y personajes para llegar a reunir datos suficientes para pensar en uno o varios ingredientes para la receta final.
En relación a las historias que se contaban y la apreciación del perdón y/o venganza en cada una de ellas percibí que el autor nos iba dejando tomar una decisión o reflexionar sobre si somos capaces de perdonar sin vengarnos o simplemente perdonar o no y no tener que planear ninguna venganza.
En mi opinión ambos me resultan incompatibles ya que el perdón es más astuto que la venganza y el dilema que crea llega a ser un arma de doble filo.
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Elegir la mermelada de melocotón entre otros motivos fue por endulzar la violencia, la maldad de unos personajes y la ingenuidad y astucia de las víctimas.
Añadirle el sésamo tostado pues por tratarse de una semilla que puede simbolizar para unos y otras que se puede transmitir tanto el perdón como la venganza.
Añadir la pizca de canela es para neutralizar el dulce que le faltaba a la mermelada.
Espero que combinara bien con el pan y a l@s compañer@s les gustara aunque faltó la descripción del cómo y por qué llegué a ella.
Gracias
Buen día.
Ana Pérez
Ana, muchas gracias por la deliciosa mermelada de melocotón con sésamo que nos trajiste, fue un bálsamo para la penetrante putrefacción que simbolizaba el cabrales.
Eres una magnífica cocinera. Gracias.
Rufina, te agradecemos mucho tus crónicas ✍️ de las sesiones del taller Tres con Libros, queda en ellas no solo nuestras miradas sobre cada obra que trabajamos, también reflejas tu entusiasmo por el Taller.
Gracias, compañera.😀
Tras escuchar al autor tiene más sentido la lectura de la obra. El perdón es positivo tanto para el que perdona como para el perdonado, aunque en el último relato de la obra puede ser una venganza, un descanso... para esa madre que perdió a su hija.
Gracias Rufina por reflejarnos la sesión.
M Carmen
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