UN CAMINO HACIA LA ESPERANZA
La última sesión del club de
lectura la dedicamos al comentario de Los
tiempos del esplendor (La Umbría y la Solana, Madrid, 2017), de la novelista
portuguesa Lídia Jorge. La elección de la obra se integra en las actividades
organizadas con motivo del proyecto INTRÉPIDA (Internacionalización de las
Empresarias de España y Portugal hacia la Inserción, el Desarrollo y las
Alianzas), una iniciativa de la Fundación Tres Culturas en el marco del Programa
INTERREG España-Portugal. La ocasión nos ha permitido acercarnos a la creación
de una importante escritora de nuestro país vecino, cuya literatura, a pesar de
la proximidad, no es lo suficientemente conocida en el nuestro. En este sentido
se expresó el editor, Fernando Novoa, que conectó con nosotros por
videoconferencia, e hizo especial referencia al esfuerzo de la editorial para
publicar una colección específica dedicada a la literatura portuguesa con el
fin de difundirla entre el público hispanohablante. La calidad de dicha
narrativa se pone de manifiesto con la obra de escritoras de la talla de Lídia
Jorge, que junto con Agustina Bessa-Luís, entre otros nombres, es en palabras
de Novoa, una de las mejores creadoras portuguesas actuales. Por otro lado,
tuvimos ocasión de asistir al acto de la presentación del libro, en la sede de
la Fundación, donde la autora comentó extensamente su obra y expresó, en
relación con ella, su punto de vista sobre la literatura y su función de
compromiso con la realidad. Además, la playlist
inspirada en su última publicación, parte de piezas musicales especialmente
seleccionadas por la novelista.
CLAVES PARA UNA LECTURA INTENSA
La publicación se compone de
nueve relatos, entre los que se intercalan ilustraciones de Arturo Revuelta. El
título original, O amor en Lobito Bay,
que se corresponde con el primero, ha sido sustituido en la traducción española
por el que da nombre al tercero de la serie, debido a una decisión editorial
probablemente motivada por criterios
comerciales y también por al gusto personal del editor, que nos comunicó su
preferencia por esta narración.
La lectura resultó del agrado de
la mayor parte de los participantes en la sesión. Se destacó la capacidad de la
obra para conmover y conmocionar, con calificativos tales como imaginativa,
sorprendente, inquietante, estremecedora..., expresiones que ponen de
manifiesto una experiencia lectora marcada por momentos de elevada intensidad. ¿De
qué modo las historias pueden atrapar así al lector? La respuesta a esta
cuestión ha de ser forzosamente compleja.
En primer lugar, debemos
considerar que junto con la diversidad
de espacios y tiempos, y de la variedad de personajes y circunstancias, la obra
de Jorge trata de temas universales que afectan a lo humano. Son historias que,
aunque ubicadas en lugares y tiempos concretos, pueden extrapolarse al ámbito
universal de la experiencia social e histórica. Junto a esta universalidad, los
relatos se abren, además, a la esperanza: "en la imperfección humana hay
un final de salvación", afirma la escritora en una reciente entrevista. En
este sentido, su presencia como autora implícita es evidente en las distintas
narraciones que constituyen el conjunto, mediante elementos discursivos en los
discursos del narrador o de ciertos personajes. La escritora, además, puso de
manifiesto este punto de vista en la presentación de su libro. Destaca por
tanto esa visión nítidamente humana, esperanzadora, pues en el conjunto de los relatos,
aun en los más oscuros, existe una posibilidad de redención para los personajes.
En este sentido de integridad referido, determinados valores, constituyentes
culturales de la naturaleza humana, emergen temáticamente a lo largo de las narraciones,
frecuentemente en dicotomía con sus opuestos: el poder del amor y de la
compasión frente a la barbarie y la coerción, o la ingenuidad frente a la crueldad
("El amor en Lobito Bay", “Pasaje para Marion”…); el remordimiento como
permanente purga (“Overbooking”); la infancia, bien como paraíso sublimado, bien
como refugio maravilloso o como espacio vital donde tiene cabida lo extraordinario
("El amor en Lobito Bay", “Imitación del Éxodo”, “Los tiempos del
esplendor”); la soledad inconsolable (“Dama polaca volando en limusina negra”);
la capacidad del mágico discurso infantil para superponerse al discurso racional
de la memoria que el adulto pretende imponer (“Imitación del Éxodo”); el juego
de la destreza mental, de la sagacidad, en un episodio en clave humorística en
que dos inteligencias se enfrentan en el campo de una de ellas, y con semejantes
armas, para poner de manifiesto, en una conclusión que se deja al lector, cómo
la ingenuidad puede ser objeto de manipulación (“Nuevo Mundo”)…
Por otro lado, existe en los
relatos un espacio narrativo que interactúa con los personajes, un espacio
producto de una poderosa y eficaz creación poética capaz de dar vida a un
universo de ficción, en el que el lector puede reconocer localizaciones reales,
aunque transformado por la acción de la palabra, obvio en algunas ocasiones,
como en “El amor en Lobito Bay” o en “Un río llamado mujer”, aunque sin una
concreción geográfica evidente en otros relatos. Es el caso que mediante la
palabra poética, la narradora sumerge al lector en un mundo con connotaciones
legendarias, aparentemente fantásticas y existentes en una tradición literaria;
una capacidad para imaginar míticos mundos posibles que nos recuerdan pasajes
de algunas obras de García Márquez, pero que pronto alcanzan su dimensión real
en el desarrollo de la historia y nos muestra, por ejemplo, los horrores de la
guerra de Angola y sus consecuencias (“El amor en Lobito Bay”) o desvela el
espacio, en este caso africano, como configurador de una identidad racial que
actuará violentamente contra lo percibido como diferente (“Overbooking”). En
suma, mundos que a la postre nos referencian y ponen al desnudo mundos
factuales, evidenciando las contradicciones, miedos e incertidumbres a los que
nos enfrenta la realidad al hacernos transitar la ficción fuera de nuestra zona
de bienestar.
Pero este desasosiego a que nos
referíamos al principio no sería posible sin el suspense (“Qué sería de la vida
sin el estremecimiento del suspense”, afirma la narradora en el relato “Nuevo
Mundo”), un suspense pertinentemente dosificado a lo largo de los cuentos, de
tal modo que el devenir de la historia va mostrándose a la mirada del lector
siguiendo una pauta hábilmente determinada. Una habilidad, producto de la
configuración de una instancia narrativa diversa y poliédrica que constituye
también uno de los logros fundamentales de la obra, al ser, además, un
sobresaliente ejercicio literario: narradores adultos, narradores niños, narradores
en segunda persona, narradores testigo de los acontecimientos, protagonistas de
los hechos… En casi todos los relatos, además, el narrador comparte su historia
con un oyente, en algunos casos anónimo, al que va desgranando una información
de la que el lector participa a la vez que el interlocutor. Por esta razón, ese
ejercicio comunicativo involucra a su vez al lector, que a la vez que va
descubriendo los entresijos de la trama, se encuentra interpelado e implicado
indirectamente en la historia, de modo que su juicio acerca de los
acontecimientos narrados se hace inevitable.
El pan con que Fidel Pernía nos
obsequió en esta ocasión, con una base de chocolate con higo, recoge
simbólicamente, mediante las cualidades de los ingredientes seleccionados,
ciertos aspectos de la narrativa comentada. La época colonial de Portugal
aparece representada por el higo, cuyas plantaciones son tan abundantes en el
país, y por el chocolate amargo junto con la canela, la vainilla y la pimienta,
que se relacionan con circunstancias y matices del
periodo de las colonias. En su conjunto, como nos comunica Fidel, las
sociedades se corrompen, y existen cadenas difíciles de romper, pero tal como
ocurre en los relatos de Lídia Jorge, a pesar de la crudeza de lo narrado, de
lo desasosegante de las historias, existen caminos hacia la luz, a la
esperanza, incorporados en el pan por el contraste que aporta la vainilla.
Federico Ruiz Rubio. Tres con Libros
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