viernes, 30 de noviembre de 2018

Resumen de la sesión 'Yogur con mermelada' de Lena Merhej

RECUERDOS DE GUERRA O LA INFANCIA RECUPERADA
Lena Merhej (Beirut, 1977), a cuya obra gráfica Yogur con mermelada hemos dedicado la última sesión de nuestro club de lectura, es una de las jóvenes autoras representativas del nuevo cómic árabe. La actividad creadora de Merhej se integra en la creciente relevancia que la historieta ha cobrado en el mundo árabe durante los últimos años, con referencia principal a tres focos geográficos, El Cairo, Rabat y Beirut, ciudad de origen de la autora. Las causas de este renacido interés habría que buscarlas tanto en las transformaciones políticas producidas en la zona como la inmediatez que supone la extensión y uso de las tecnologías en red. Precisamente este fue uno de los temas tratados en la conversación que sostuvo la autora con la ilustradora Inma Otero en la presentación del libro, que tuvo lugar en el patio central de la Fundación, tras la reunión del club de lectura.

Club de lectura Tres con libros. 'Yogur con mermelada' de Lena Merhej

La guerra civil que asoló Líbano entre 1975 y 1990 es el marco genérico en el que se desarrollan los acontecimientos relatados en el cómic, particularmente el verano de 1982, momento en que el ejército israelí invadía Beirut. Más preciso resulta hablar de cronotopo, como acertadamente señala Gonzalo Fernández Parrilla en su prólogo, para poner de manifiesto la conjunción tiempo-espacio como elemento fundamental que incide de una manera específica tanto en los sucesos relatados como en la caracterización y devenir de los personajes que constituyen la trama. Porque la guerra civil libanesa marcó a toda la generación que sufrió tan dramática experiencia, y este hecho ha dejado constancia en un buen número de obras entre las que se encuentra la que comentamos.

La divergencia de opiniones en torno al texto supuso una constante en el transcurso del debate. Tanto la caótica e imprevisible estructura temporal del relato como el particular carácter de las ilustraciones fueron objeto de opiniones encontradas. Se trata efectivamente de una narrativa fragmentada, a cuyo conjunto resulta improbable que se le pueda aplicar una lógica compositiva desde el punto de vista del lector. Tal vez por esta razón más de una lectora del club era de la opinión de que la autora ha escrito este libro con referencia a ella misma. A este propósito, la autora se refirió a que la publicación inicial fue por entregas de la revista Samandal, de la que ella misma es fundadora. No siguió, según confesó, un plan predeterminado, sino que iba relatando los recuerdos sin atenerse a una previa planificación, según se manifestaban en su memoria. Posteriormente, en conversaciones con su madre, fueron surgiendo nuevos temas, nuevos acontecimientos, que ella iba ilustrando en las entregas. Posteriormente le dio al conjunto formato físico de libro, pero respetando el orden de publicación en la revista.

Sin embargo, desde la perspectiva colaboradora del lector, la estructura temporal fragmentada adquiere un sentido, vinculado con este tipo de narrativa, al corresponderse el imprevisible devenir de los recuerdos acumulados en la memoria con su expresión artística, que aunque lejos del monólogo interior, sí participa de algunos de sus cualidades como una aparente desconexión e incoherencia entre los segmentos narrativos.

Las ilustraciones fueron también objeto de opiniones encontradas. Mientras que para algunos de los lectores resultan excesivamente burdas en el trazo, para otros, sin embargo, se corresponden en el plano de la expresión con el carácter del personaje narrador, la hija, que cuenta la historia desde su visión infantil.  Se indicó que estamos familiarizados principalmente con los cómics europeos y estadounidenses, diferentes a los que circulan en el mundo árabe. Se puso de manifiesto, así mismo, la capacidad de la ilustradora para transmitir emociones y sentimientos con el dibujo.

Los temas que transitan Yogur con mermelada son variados: guerra, situación y papel de la mujer en el mundo árabe desde una perspectiva feminista, cambios políticos, familia, vida cotidiana en tiempos de guerra, vejez, solidaridad…  De entre los personajes, sobresale especialmente la madre, presente desde el título. Uno de los rasgos que la definen es la resiliencia, la capacidad de encontrar un sentido a la existencia en medio del horror y de sobreponerse a los avatares de un conflicto que excede a la razón, además ser capaz, de transmitir todo ese legado a sus hijos. La madre, de origen alemán pero afincada en Líbano, personificaría, además, una conexión solidaria entre Oriente y Occidente. Son numerosos, a este respecto, los guiños que encontramos a lo largo de la lectura. El título, en este sentido, supone un manifiesto al conjuntar dos sabores, lo agrio y lo dulce, opuestos en principio, representados por el yogur y la mermelada.

Por otro lado, la narradora no entra en las causas del conflicto, sino que comunica su experiencia de la guerra, desde su visión infantil. No encontramos ninguna alusión a los líderes políticos, espirituales o militares que encabezaron el enfrentamiento. Por el contrario, los personajes que transitan las páginas del relato pertenecen al ámbito de lo intrahistórico, personajes anónimos que nunca aparecerán en las páginas de los libros de historia, pero que son los auténticos protagonistas.

Durante el debate, de duración algo menor que lo habitual, al encontrarse próxima la hora de la presentación de la obra, probamos, como es costumbre, un nuevo pan de Fidel Pernía, pan de melocotón con toques de vainilla, en alusión a la infancia, confeccionado en molde cuadrado como un recuerdo a la procedencia alemana del personaje de la madre. Nuestra compañera Ana Pérez, al finalizar, nos obsequió con una deliciosa crema de queso en el cierre de la sesión.

Federico Ruiz (miembro de Tres con libros)

2 comentarios:

Miguel Ángel dijo...

Gracias Federico por este resumen tan útil para los que no pudimos asistir a la sesión del club. Ahora entiendo mejor el porqué de lo difícil que resultaba encontrar una secuencia lógica en el cómic. Los dibujos me resultaron simpáticos. El pan que se repartió en la presentación estaba delicioso. Gracias Fidel.

Anónimo dijo...

Gracias Federico, como siempre un acertado resumen de la sesión. El pan una vez más delicioso.
M. Carmen

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