Nuestra
última sesión de lectura, el pasado 15 de noviembre, dedicada a la obra Sueños en el umbral. Memorias de una niña del harén (Barcelona,
1996), de la intelectual y activista marroquí Fátima Mernissi, premio príncipede Asturias (2003), ha resultado muy especial. Por vez primera en la andadura
de nuestro club, hemos compartido el debate con otro club de lectura, el del
Centro de Documentación María Zambrano del Instituto Andaluz de la Mujer. Así
pues, no resultó sorprendente, en una biblioteca casi abarrotada de público,
que la sesión se prolongara algo más de lo previsto debido al estimulante
debate e intercambio de ideas que se produjo entre los asistentes acerca de la
obra y figura de la escritora, fallecida hace justamente un año. Este acto, que
conmemora el aniversario de su desaparición, se organiza en el contexto de
otros con que la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo rinde homenaje a
Mernissi.
La
presentación de la autora corrió a cargo de Maria-Àngel Roque, directora
del departamento de Culturas Mediterráneas en el IEMed y de la
revista ‘Quaderns de la Mediterrània’, y amiga personal de Fatema Mernissi.
Fue precisamente esta amistad, mantenida durante años, lo que le permitió comunicar
una semblanza tanto intelectual como humana de la escritora, al compartir con
los lectores de su obra algunos de los momentos vividos en común, detalles de
su biografía y compromiso vital. Porque Fátima Mernissi fue una mujer
comprometida, especialmente con la liberación de la mujer, sobre todo a partir
de su regreso a Marruecos, tras haber completado su formación académica en
París y Estados Unidos. Especializada en estudios coránicos, sometió el libro
sagrado a una profunda reflexión sobre la consideración de la mujer en los
textos, resultando una visión innovadora y revolucionaria que le valió el
rechazo y prohibición de su obra (El
harén político, El velo y la élite
masculina entre otros estudios) en distintos países musulmanes, entre ellos
Marruecos.
Sueños en el umbral es una obra de carácter narrativo basada en la biografía novelada de su autora, de carácter ficcional por tanto. Precisamente por su inspiración biográfica, la narradora nos muestra con minucioso detalle y de primera mano, y desde la visión de una niña de nueve años, la vida en un hogar acomodado de Fez a mediados del siglo pasado. Nos narra la rutina en la amplia vivienda, en los patios, en las salas, en la azotea, los juegos, los espectáculos familiares que se organizaban durante las veladas nocturnas… Una vida mediatizada por la existencia de espacios y fronteras sagradas estrictamente definidas (hudud) cuya función expresa es proteger a las mujeres, obligadas a permanecer en el interior de esos límites. Sin embargo, de los hechos y situaciones transmitidos al lector, narrados con la inocencia de la mirada infantil, evidente estrategia narrativa, se deriva una crítica demoledora y sin concesiones a la complacencia de la situación de la mujer en Marruecos, y por extensión en el mundo árabe. De este modo, y en consonancia con el resto de su obra, se hace evidente la pretensión expresada por la autora, mostrar críticamente el estado de la mujer marroquí, que aunque reivindica su propio espacio de género, en que el se desenvuelve y aparece como dueña, encuentra su libertad constreñida por muros físicos que le impiden el movimiento libre, o por otros de tipo cultural que imposibilitan el desarrollo de otras capacidades, reservadas exclusivamente a los hombres. Por extensión, se comentaron aspectos relacionados con la mujer en occidente, con opiniones diversas y en ocasiones opuestas.
En las
intervenciones se trataron además aspectos tales como la sucesión de capítulos distribuidos
en núcleos temáticos, la descripción y organización interna de los harenes, de
la ciudad y del campo, los roles de género asignados, los juegos de los niños y
niñas, las veladas en las azoteas, la muy escasa vida social de las mujeres
fuera del harén, el haman, la
importancia de la cosmética y del atuendo… Se consideraron los personajes,
masculinos y femeninos, representantes de diferentes roles, funciones y
actitudes sociales, en una narrativa que, en su conjunto, compone un friso
bastante coherente y completo de la clase acomodada marroquí de mediados del
siglo pasado.
Brisa de mi azotea, por Fidel Pernía. |
Ya
casi al término de la sesión, durante las últimas intervenciones, y mientras se
proyectaban imágenes de la escritora, tuvimos ocasión de degustar el fantástico
pan con que Fidel Pernía nos deleitó para la ocasión, esta vez con una base de
azahar y naranja, con evocaciones transfonterizas inspiradas en los juegos de
las niñas en las azoteas y patios de Fez, elementos arquitectónicos tan
importantes en Sueños…, paralelos a los juegos de las niñas en las azoteas y
patios de Sevilla. Evocaciones, sueños al fin, aunque tal y como advierte Tia
Habiba a la narradora, refiriéndose especialmente a las mujeres, “Para quienes
carecen de poder, lo importante es tener un sueño… Es cierto que si no posees
el poder, un simple sueño no transforma el mundo ni hace desaparecer los muros,
pero te ayuda a conservar la dignidad. Dignidad es tener un sueño, un sueño
fuerte, que te dé una ilusión, un mundo en el que tengas un lugar, en el que
cuanto hayas de aportar sea importante”.
En suma, una sesión especialmente memorable, rica en el debate, variado y en ocasiones con puntos de vista unas veces contrapuestos, otras complementarios, pero que conformó en su conjunto una visión a la vez colmada y precisa de la autora marroquí y de su obra.
En suma, una sesión especialmente memorable, rica en el debate, variado y en ocasiones con puntos de vista unas veces contrapuestos, otras complementarios, pero que conformó en su conjunto una visión a la vez colmada y precisa de la autora marroquí y de su obra.
Fotografías: Tres Culturas
Otros enlaces de interés...
Otros enlaces de interés...
- Resumen de la sesión de Sueños en el umbral del Grupo de Lectura del Centro de Documentación María Zambrano, Instituto Andaluz de la Mujer. [Generando lecturas]
- Entrevista: Mis encuentros con Fatema Mernissi, por Maria-Àngels Roque (Quaderns de la Mediterránia, n. 20-21, 2014).
No hay comentarios:
Publicar un comentario