Ana María Pérez vuelve a realizar su particular homenaje gastronómico, en esta ocasión a la obra Estirpe de Marcello Fois. En esta ocasión cocinó "sangre encebollada" para acompañar al pan de Fidel Pernía.
Sangre encebollada. Estirpe de Marceloo Fois
Ingredientes:
- 1/2 Kg de sangre de pollo.
- 2 Cebollas
- 2 Clavos (de especias)
- Pizca de sal y pimienta en granos y molidas en el momento del refrito.
- 2 Cucharadas sopera de aceite de oliva virgen.
- 1 Cucharadita de tomillo.
- 1/2 Vaso de vino blanco.
- 1/2 Vaso de agua.
- Un par de hojas de laurel.
Elaboración:
Se trocea en dados la pieza de sangre. A continuación, pondremos en una sartén las dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y añadiremos las dos cebollas finamente cortadas para el refrito. Agregaremos la sal, los granos molidos y las hojas de laurel.
Seguidamente, una vez doradas las cebollas, se añade la sangre y refreiremos durante unos minutos a fuego lento. A continuación, añadiremos el vino y el agua y, por último, la cucharadita de tomillo. Dejaremos hervir todo durante quince minutos.
La relación del ingrediente principal del plato, la sangre, con el contenido de la novela, es evidente. Con la elección de las dos cebollas pretendí simbolizar a las dos mujeres, Mercedes y Marianna, madre e hija, con sus capas protectoras. Ambas son, en mi opinión, las supervivientes de la historia familiar.
Los dos clavos se inspiran en la profesión de herreros de los dos personajes masculinos, y en la prosperidad conseguida con su trabajo.
Elegí el tomillo, a tono con el aire fresco del ambiente rural en que se desarrolla la novela.
Los granos de pimienta los agregué para aportar una pizca de la alegría que eché de menos en la lectura de la obra… Añadiéndolos conseguí, además, eliminar algo del sabor de la sangre en el plato.
Sólo añadir que la casualidad de nuestra sesión de ayer 15 de febrero con la fecha de nacimiento del personaje que hace posible la continuidad de Estirpe me tenía intrigada. Toda una coincidencia.
Se trocea en dados la pieza de sangre. A continuación, pondremos en una sartén las dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y añadiremos las dos cebollas finamente cortadas para el refrito. Agregaremos la sal, los granos molidos y las hojas de laurel.
Seguidamente, una vez doradas las cebollas, se añade la sangre y refreiremos durante unos minutos a fuego lento. A continuación, añadiremos el vino y el agua y, por último, la cucharadita de tomillo. Dejaremos hervir todo durante quince minutos.
La relación del ingrediente principal del plato, la sangre, con el contenido de la novela, es evidente. Con la elección de las dos cebollas pretendí simbolizar a las dos mujeres, Mercedes y Marianna, madre e hija, con sus capas protectoras. Ambas son, en mi opinión, las supervivientes de la historia familiar.
Los dos clavos se inspiran en la profesión de herreros de los dos personajes masculinos, y en la prosperidad conseguida con su trabajo.
Elegí el tomillo, a tono con el aire fresco del ambiente rural en que se desarrolla la novela.
Los granos de pimienta los agregué para aportar una pizca de la alegría que eché de menos en la lectura de la obra… Añadiéndolos conseguí, además, eliminar algo del sabor de la sangre en el plato.
Sólo añadir que la casualidad de nuestra sesión de ayer 15 de febrero con la fecha de nacimiento del personaje que hace posible la continuidad de Estirpe me tenía intrigada. Toda una coincidencia.
3 comentarios:
Ana, fantástica la receta y su correlación con la trama y los personajes de estirpe.
Gracias Mariola por participar. Nos ha hecho mucha ilusión que haya un comentario en el blog.
Y además estaba riquísima. Gracias Ana. Carmen G.
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