Charla con Mazen
Maarouf sobre su nuevo libro Chistes para
milicianos con los miembros del club de lectura Tres con Libros
El martes 22 de mayo tuvo lugar una sesión del club de
lectura especial, en la que se habló vía Skype con Mazen Maarouf.
De Mazen sólo decir que es una propuesta sorprendente y
distinta en el ámbito de las letras árabes actuales. Alguien que plasma la
experiencia personal no desde el realismo ni la confesión, sino desde una
fantasía infantil desbordante.
Ante la pregunta de
por qué no aparecen mujeres en su libro ni protagonistas femeninas nos explica que el libro está
dedicado a su madre, ya que siempre ha estado alrededor de ella. Busca ser
honesto en sus historias, aunque estén llenas de fantasía, pero también cuenta
traumas y sucesos reales y personales. Durante la guerra, hay que perseguir a
estos traumas y convertirlos en fantasía, engañarlos y hacerlos ficticios.
Nos cuenta cómo los personajes del padre y la madre están
basados en ellos, sobre todo el de su madre, que siempre ha sido una heroína
durante la guerra.
Sin embargo, como dijimos al principio, la figura de la
mujer no es tan prominente en la guerra; la guerra es patriarcal,
predominantemente masculina. Destroza vidas solo por culpa de que algunos
hombres piensan que llevan razón, cuando la realidad es que se trata de lo
contrario.
Nuestra siguiente
pregunta fue “¿Por qué utilizar el humor (más o menos surrealista) enfrentado a
la tragedia? ¿Qué querías conseguir con eso?”.
Según Mazen, el humor siempre ha vivido junto a la
tragedia. En tiempos de guerra vivimos estas historias que son trágicas, pero
también ficticias.
El humor es uno de los espacios más interesantes para ver
y reflejar sentimientos negativos, como lo son la tragedia y la tristeza. ¿Qué
pasaría si los leyéramos desde el humor? ¿Qué pasaría si alguien ingenuo lo leyese?
Esta mezcla da una buena oportunidad para expandir las
voces de los personajes y para destruir el rígido sistema de la guerra en la
ficción.
Al comentarle que se
le ha comparado con varios autores, como Kakfa, y preguntarle por sus mayores
influencias, nos contesta que son muchos
los libros que han dejado huella en él, y que a algunos de ellos siempre acaba
volviendo.
Sus mayores influencias son Kafka, por supuesto, Edgar
Allan Poe, Cervantes, Las mil y una
noches, Raymond Carver… En definitiva, personas que, como Kakfa, cambiaron
la literatura. Actualmente, lee mucha más novela gráfica. Se pueden encontrar
grandes trabajos en ellas, en las que se está intentando, a día de hoy, escribir
sobre el ser humano moderno del siglo XXI. Además, el mundo de lo visual está
ganando mucha importancia en nuestra sociedad actual.
Le preguntamos
también si ha sido siempre un exiliado o si es algo circunstancial. ¿Cómo es la
perspectiva de mirar al mundo árabe desde Islandia?
Confiesa que todo se ve raro desde Islandia. Nació en el
exilio, en Líbano, al igual que sus padres. Ellos siempre han necesitado la
documentación de refugiados, de la que disponen. Sin embargo, no tienen un pasaporte
europeo a diferencia de él. Esto le permite viajar, pero teme mencionarles a
sus familiares cuándo viaja, ya que es algo que ellos no pueden hacer, algo que
no pueden vivir.
En cuanto a su perspectiva, nos comenta que la situación Líbano-Palestina
es mala. No hay derechos, pero sí más de 70 profesiones que no pueden
ejercerse. Tuvo que dejar su país por escribir artículos sobre la situación
política del momento. Se fue para seguir escribiendo, eligió exiliarse; no
querría vivir con documentación de refugiado. Así que, cuando le ofrecieron
irse a Islandia, dijo que sí.
Lo más extraño, nos dice, es que él estudió Química en la
universidad y era profesor de esta asignatura. Entre risas cuenta que, cuando
va al aeropuerto y le preguntan en qué trabaja, él contesta que es químico, lo
cual es, allí, como si dijera que es un terrorista. Es “la peor licenciatura”
que puede tener un palestino.
Por suerte tiene un “maravilloso pasaporte gracias a
Islandia”, algo que le proporciona más derechos, a pesar de que él es el mismo
de siempre. Reflexiona sobre cómo el hecho de tener un pasaporte europeo le
abre tantas puertas que, a otras personas como él, pero sin pasaporte, no se
abrirían tan fácilmente.
Finalmente, nos dice que nos encontramos en una crisis
global, en la que todos estamos asustados de todos, y que, para algunos pocos,
facetas culturales como lo son la literatura o el arte, resultan terribles
porque conectan a la gente.
Por último, ante la
pregunta de una miembro el club de lectura sobre si sigue interesado en la
Química y sobre cómo está presente en su vida y su escritura, comenta que cuando escribe, lo hace como si estuviera
cocinando en un laboratorio. Como antiguo profesor de Física y Química, para él
es muy importante entender las cosas microscópicas de la vida. Por lo general,
no sabemos cómo funcionan las cosas, pero él lo considera algo muy importante
en su día a día. Nos confirma además que sigue las novedades del campo de la
ciencia y que sigue estando interesado en él.
Traducción de Paula León Cruz, becaria de la Fundación Tres Culturas